15/52: Temporada de abejas

Laura
2 min readAug 20, 2021

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Cuando llegué vinieron las abejas a visitarme. No sé de donde venían. Supongo que de la planta baja, del cuarto de los botes de basura. Me visitaron diario durante las primeras semanas, mientras me instalaba en el departamento. Fueron mis únicas visitas. A todas las saqué o las obligué a salir. Abría la ventana, pero cerraba la persiana. Así fue hasta que un día dejaron de venir.

Y yo te digo que no te vayas sin almorzar.

En estos días cumplo un año en este departamento. Entro y salgo, no doy explicaciones, hago ruido, a veces me hablo sola mientras subo las escaleras. La primera noche que dormí en mi cama después de estar dos semanas de vacaciones sentí alivio.

No supe de las abejas hasta hace unos días que regresaron. Ahora tienen más confianza. Escucho el zumbido también en mi cuarto. Dos han entrado moribundas, las saco con cuidado. No puedo ayudarlas a reponerse o morir sin dolor, desde que llegué no he comprado azúcar ni muchos muebles.

Siento que el depa todavía parece un cubo blanco. Mi nueva misión es enmarcar para llenar las paredes y comprar más muebles y plantas. La tele puede esperar. Desde hace unos años me hice de pocas cosas, tuve mi etapa de tener pocos objetos, vivir solo con lo necesario en un afán por alejarme del materialismo. Pero después del Gran Encierro del año pasado y más de un año de pandemia me doy cuenta que el minimalismo de objetos está sobrevalorado.

De niña le tenía pavor a las abejas. Nunca me ha picado una. Una vez se paró una en mi pierna y lloré. Hoy entró una y se paseó por la sala. La dejé un rato hasta que la orillé a la ventana. Otra entró y anduvo volando sobre las plantas. Ya no me dan miedo. Hicimos las paces.

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