El desayuno es la comida que más me gusta hacer. Más o menos tengo la rutina dominada, pero aún así me tardo casi la media hora en prepararlo. No es como la fantasía del programa de chefs que, por una razón que aún no entiendo muy bien le gusta mi sobrina más pequeña, en una hora cocinan platillos muy complejos. Tal vez es la falta de más manos para preparar el desayuno.
Una vez estábamos todavía desvelados, él medio crudo, pero nos levantamos porque él tenía junta a las 9am. El trabajo de las mil y un juntas. Me ofreció pan dulce y, obviamente, escogí la dona rosa. Está bien rica, ¿es de Lecaroz? Dije esa panadería porque fue la única que se me ocurrió. Somos un poco más finos en esta casa, es de la Madrid; Aaaahhh, ¿la que está en el centro; Sí, es la única que hay. Me platicó que fue antes de que yo llegara, un día anterior, que salió a andar en bici y el camino lo llevó para allá. También compró unas gelatinas, estaban 3 x 2.
Una siguiente vez le llevé pan de Totoro, de la panadería japonesa que está cerca de mi depa, que también desayunamos mientras él estaba en junta. Esa vez, acepté que me hiciera un sándwich. Medio ayudé, aunque igual que el perrito Ch, a veces le estorbaba en el camino. Ch queda perdonado por su edad avanzada. Pero sí ayudé a ponerle mayonesa a los panes. Una mayonesa artesanal deliciosa.
¿Le pongo mayonesa a los dos panes?; Sí, chinge a su madre, necesitamos energía. A pesar de mi escepticismo ante los sándwiches caseros, le quedaron muy buenos. Pregunté si tenía mostaza y me contestó que no era muy fan. Es que solo le tienes que poner poquita al pan, le compartí mi secreto.
Un domingo, mientras comíamos pizza, me preguntó que había desayunado con mi mamá. Le dije que venía de verla. Hot cakes; a huevo, ya sabía. Platicamos de lo difícil que es hacer hot cakes para uno. No le he platicado que he estado practicando con la harina de Aunt Jemima y el sartén de Hello Kitty.
Le regalé un frasco de mostaza, no artesanal, pero la más decente que encontré en el súper. Él me dio la llave de su edificio, con el pretexto de que siempre me tengo que ir cuando él está en junta. Fingí un poco, como si todos me hubieran dado sus llaves. Pero la verdad es que aprecio mucho que me confíe su llave y disfruto mucho compartir los desayunos con él.