52/5: No sentí nada

Laura García S.
3 min readMar 19

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Quería entregar la tesis antes de Navidad, pero no pude más. Me sentía saturada. Ya solo me faltan las conclusiones y la envié. Me fui al monte gringo una semana y, a mi regreso, logré escribir las tres cuartillas que me faltaban en un día. Entregué la tesis y no sentí nada. So this is the new year and I don’t feel any different.

Así estuve todo el año pasado y ahora, nada.

Seguí con el proyecto de doctorado, aunque no me sentía segura. Lo platiqué un día con amicha. ¿Por qué tengo que escoger entre la universidad y mi trabajo, por qué no puedo tener las dos? Tal vez no las puedo tener al mismo tiempo siempre, he entendido, pero sí puedo.

Esa tarde en una esquina, de regreso a Filipinas, mientras veía si cruzaba Insurgentes para irme en metrobús o caminaba hacia el metro, lo vi o al menos estoy casi segura que era él. No veía nada en particular, veía borroso, mi vista se fue enfocando y apareció él en su moto. Me vio, nos vimos. Nos quedamos reconociéndonos. Yo traía el cubrebocas y él su casco. Cuando reaccioné que era él, se puso su verde. Lo vi avanzar entre los coches. No sentí nada. Cuando hace frío, me pongo el suéter que me regaló y ya no siento nada. Estuve los dos primeros meses del año esperando arrancar. Siento que el 2022 no ha terminado, que sigo viviendo ahí.

Trabajé el proyecto de doctorado. En esa semana, antes de colapsar, no me lavé el cabello durante tres días. Me bañaba, mojaba mi cabeza, pero no le ponía shampoo. Esperaba a que se secara, le ponía crema peinadora y me hacía una cola de cabello. Todo hacia atrás que, a pesar de mi trauma con la nariz chueca y cejas despeinadas, sí me gusta cómo se ve. Como le dije a una tía: ya me acepté. Antes era imposible que no lavara mi cabello, ahora lo dejé ir. Pero al cuarto día lo lavé y aproveché para tomarme una foto que necesitaba para completar la solicitud del doctorado.

Colapsé y eso amerita un próximo medium.

Después del colapso apagué las notificaciones de mi celular por una semana y fui feliz. “Te hace falta un celular nuevo”, me dijo mi mamá hace unos meses. Mi celular tiene cinco años. No quiero un celular. No quiero que me hablen, quiero hablarles cuando yo quiera. Ya sé que así no funciona la vida. Alb me platicó de su amiga que tarda días en contestar porque vive sin notificaciones. Desaparecer así me gustaría.

En esos días salió la nueva canción de Depeche Mode, arte. Recordé cuando en mi fiesta, me dijo que no le dejara de hablar porque se sentiría mal. Y al día siguiente, con indiferencia y mientras veía su celular, me dijo: “eso siempre pasa”. Lovers in the end whisper we’ll be ghosts again.

No me destroza cuando mi tutora me envía correcciones. Tal vez con la tesis de licenciatura me sentí agobiada cuando abrí el archivo con correcciones. Hace un par de día recibí el archivo con las primeras observaciones de la tesis de maestría. Decía así: observaciones, y no correciones. Y no sentí nada, mentira, sí sentí un poco de alivio porque ya casi.

Pd. Quiero ponerme al corriente con el reto. Ordenar mis ideas. Tal vez algunos mediums sean medio atrasados o revueltos con emociones pasadas y recientes.

5 de 2022: ¿Me perdí las flores?

5 de 2021: Es necesario que sea posible.

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Laura García S.

Casi filósofa de la ciencia. De nuevo textoservidora.