Aunque ahorita lo sienta lejos. He is the best thing. No sé qué trata de decirme, pero me lo quiere decir. And I can’t think straight. Traté de animarlo y me dijo: es como si estuvieras viendo el cerebro trabajando; me disculpé, para eso me entrenaron. Tal vez si nos hubiéramos visto esos días previos, cada quien hubiera esquivado su bala. Él estuvo sacando la nave a flote, mientras yo sacaba el virus dentro de mí.
Lo difícil que es cuidarte a ti misma. Comer fruta, mucha más fruta, tomar jugo. Ahora, además, necesito vitaminas. Entendí lo que una amiga me dijo hace casi 10 años: no sé si tú sabes, pero que no haya nadie que te pase un vaso de agua en la madrugada. Y no lo sabía. Levantarte, aunque estés adolorida, para desayunar. No podía haber alguien más porque había algo contagioso.
Traté de mantenerme animada, no seguir el tren de pensamiento hacia la oscuridad. Lo logré, aunque no toqué a nadie durante tres semanas. Salía a caminar. Noté que algunas jacarandas ya están un poco verdes, ¿me perdí las flores? Pero vi lo rojo de los colorines, renacer junto con los zompantles.
La que no sobrevivió fue la pila de mi MacBook Pro. Escuché unos crujidos. Se tambaleó cuando traté de escribir y la revisé. La pila se infló. Pensé que iba a explotar, pero solo debo buscar si la pila es remplazable. Presiento que pronto tendré que despedirme de ella.