Cuando comíamos juntas mis sobrinas, cuñada, mamá y yo, descubrí la caricatura de My Little Pony. Para deleite de la niña que fui, la veíamos a la hora de la comida, después de la escuella. Mis sobrinas llegaban corriendo, a veces riendo o gritando, seguidas por los perritos que ladraban o tenían la lengua por fuera. Nos gustaba tanto que fuimos a ver la obra musical al teatro. También la disfruté, mucho más que cuando fuimos a ver el show de Peppa.
Jugábamos a ver quién era cada personaje. Cr era Fluttershy y Cm era Pinkie Pie. Lo curioso es que sus personalidades de entonces sí concordaban, no era solo una semejanza del cabello. Yo escogí ser Maud Pie, la hermana de Pinkie Pie. Era como el personaje emo, aunque no la escogí eso. Lo que me convenció fue que tenía una piedra como mascota. Cr se reía y también se sacaba de onda cuando le decía que la escogí por tener una piedra.
Una vez que nos visitó mi tía M, fuimos a la Basílica. De regreso, caminamos sobre Calzada de Guadalupe, íbamos platicando cuando de repente empezó a dar unas patadas medio al aire, medio al suelo. Se agachó y recogío algo. Me dijo que a veces recoge piedras de los lugares a donde va, las pone en su jardín como una especie de recuerdo.
La última vez que fui al Museo de Antropología, puse atención a una tumba. Era de alguien de la realeza. La ficha decía que asumían que era alguien importante porque había sido enterrado con algunas pertenencias, como unas joyas y piedras de valor. Qué increíble que te entierren con tu colección de piedras, pensé.
En Ciudad Universitaria, a veces pensaba en llevarme una piedra volcánica. Nunca encontré alguna pequeña, todas son grandes o están incrustadas en el suelo. Luego imaginaba el titular en la Gaceta UNAM: se roba piedras de la reserva.
Hace unos días En subió el Iztaccíhuatl. Me trajo una pequeña piedra de su recorrido. No le había platicado mi fascinación por la posesión de piedras como recuerdos de los lugares. Me enseñó su pequeña colección de piedras, entre ellas una de la plancha del Zócalo. Ahora esperamos ir juntos al Iztaccíhuatl.